Todavía se respira en Adrogué ese
perfume de eucaliptos, de magnolias, de glicinas y de jazmines que supo evocar
en más de una ocasión Jorge Luis Borges,
(Nadie en la noche indescifrable tema/ que yo me pierda…) asiduo
visitante veraniego de la que, alguna vez, fue llamada la "Versailles" del sur bonaerense. Ya no existe el célebre y
mítico "Hotel La Delicia" (por favor, en singular, y no
"Las Delicias" en plural, como se repite erróneamente… En otra
ocasión te contaré el origen pintoresco de aquel nombre). Ha menguado, sin
duda, el paisaje bucólico de las viejas "villas" italianizantes y las
quintas afrancesadas y vienesas, mezcladas con los cottages que se
calcaban de los asentamientos ingleses de las vecinas Lomas de Zamora,
Temperley y Banfield. Pero aún queda en pie un buen repertorio de aquellos
enclaves oníricos, que habrá imaginado
el pionero don Esteban Adrogué, cuando loteó las tierras para el
futuro pueblo, en el año 1872 . Y queda en pie el núcleo cívico fundacional y
la traza con diagonales (¡anteriores a la ciudad de La Plata!) del
poblado que pretendía ser modelo de higiene urbana y de recreo entre burgués y
aristocrático.
Y, precisamente, hablando de homenajes
cívicos, hoy quiero visitar junto a Ustedes, dos estatuas erigidas con
intención conmemorativa, emplazadas en el casco fundacional de Adrogué y que
reúnen valores de mérito artístico, autoría maestra e identidad histórica que
no deberían pasar inadvertidos para los observadores atentos del patrimonio
monumental, y, en especial, para la Comisión Nacional de Monumentos, Bienes y
Lugares Históricos, en el marco del plausible programa anunciado este año, de mayor tutela para el patrimonio
escultórico. Y por supuesto, para las guías y los guías que recorren Buenos
Aires y sus alrededores.
Te cuento, de paso, que un episodio de la
serie patrimonial Planeamos tu día-postales desde otra mirada- que,
junto con el equipo de Zonda Media he conducido para TDA-Bacua, fue rodado en
aquella locación, mostrando ambos monumentos. Supongo que, alguna vez, la TV
Pública lo emitirá al aire.
1.El Monumento al Almirante Guillermo
Brown en la Plaza matriz de Adrogué
De este magnífico monumento de bronce
sobre un pedestal de mármol estatuario, suelen ignorarse varias cosas. Por
ejemplo:
a) Que fue el primer monumento en
homenaje al Almirante Brown erigido en nuestro país, antes que el monumento
ofrendado en Buenos Aires por la colectividad irlandesa, con motivo del
Centenario de Mayo. No te olvides que el pueblo que hoy conocemos como Adrogué,
fue originalmente bautizado como Almirante Brown, y varias de sus
calles y de sus plazas traen alusiones simbólicas al heroico marino, a sus
oficiales de a bordo y a sus campañas navales.
b) Que fue el primer monumento
conmemorativo realizado por un escultor argentino, aunque fuera del país.
Se suele decir que el primer monumento realizado por un escultor argentino fue
el Falucho de Correa Morales, y es correcto, porque fue el
primero ejecutado en el país (¿sabías que lo esculpió en su taller en
el Jardín Zoológico de Buenos Aires?
Otro día te contaré por qué)... PERO, en rigor, Francisco Cafferata,
el malogrado autor del Almirante Brown (se suicidó muy joven) lo realizó
estando en Italia en el año 1883-1884, vale decir, antes que el Falucho.
Llegó al país embalado en 36 cajones.
c) Se suele ignorar también la doble
autoría del monumento, en ambos casos de indiscutible maestría: pues,
mientras la estatua de bronce del Almirante pertenece a Cafferata, como te dije
antes, su pedestal, mezcla de arquitectura y escultura, pertenece al arquitecto
genovés José Canale, que vivía en Adrogué (en la residencia neo-medieval
llamada CastelForte) y que, junto a su padre Nicolás Canale, fue
uno de los precursores del estilo Neorrenacimiento en el Río de la Plata
(autores, entre otras obras, de la Iglesia redonda dedicada a la Inmaculada,
en Belgrano, de la Iglesia de La Piedad,
de la Catedral de Lomas de Zamora y de la Quinta "Los Leones" en
Banfield y de la Municipalidad de Adrogué; y autores de dos bellos edificios
lamentablemente demolidos, en Adrogué: el Hotel "La Delicia" y el
templo de San Gabriel Arcángel… esta última demolición le costó un gran disgusto
al arquitecto Mario J. Buschiazzo que era vecino de allí y no pudo impedirla).
La estatua del Almirante, de bronce, mide
3 metros de altura; y el pedestal de mármol blanco monolítico mide 6 metros de
altura.
Quiero que observes detenidamente el
pedestal, y que descubras las referencias navales en su decoración…
En cuanto a la historia de este
monumento, habría que mencionar lo siguiente:
1.Hubo una primera comisión pro-monumento
que alcanzó a juntar algún dinero pero que no continuó su actividad;
2.En 1883, una segunda comisión reemplazó
a la anterior y recibió de aquella los $30.000.-m/c ya recaudados;
3.Las reuniones de esta segunda comisión
se realizaban en la Comandancia General de Marina, en Buenos Aires (varios
altos oficiales de la Armada residían tanto en Adrogué como en Temperley. Por
ejemplo, el Comodoro Rivadavia…);
4.Se pidió una recomendación de algún
escultor italiano al Prof.Paolo Mantegazza (en Florencia), pero su respuesta
llegó tarde, porque en el ínterin, y luego de la Exposición Continental,
emergió la figura de Francisco Cafferata como artista argentino joven y promisorio;
5.De inmediato, se le mandaron a
Cafferata las especificaciones y los planos que había dibujado el arquitecto
José Canale;
6.Para setiembre de 1883, Cafferata ya
había modelado el boceto cuya foto envió. Aprobado éste, Cafferata comenzó la
escultura en noviembre de 1883. Su precio era de $9.500.- pesos fuertes, es
decir, de la nueva moneda. Los fondos se recaudaron por suscripción pública y
hasta se recibió un dinero que había sobrado de la estatua de Alsina en la
Capital (otros tiempos: sobraba dinero…);
7.El 3 de setiembre de 1885 llegó al
puerto de Buenos Aires el vapor italiano Principe, trayendo desde Génova
el monumento, en 36 cajones. Algunos de ellos pesaban hasta 10 toneladas y las
dificultades de maniobra de su desembarco fueron superadas con la cooperación
de la Subprefectura del Riachuelo, la Comisión de Obras del Riachuelo, el
ingeniero Huergo (su familia tenía quintas de veraneo y ¡hasta viñedos! en
Temperley y en Adrogué), etcétera . El F.C.S. trasladó los cajones con la preciosa
carga gratuitamente hasta la estación Adrogué.
8.La ceremonia inaugural se realizó el 2
de febrero de 1886. En representación del Presidente de la Nación, concurrió el
Ministro de Guerra y Marina, Dr.Carlos Pellegrini, que solía veranear en ese
pueblo, en su quinta familiar;
9.Las 12 fotografías oficiales del
monumento las proveyó L.J.Bennazar por $25.-; la pirotecnia (bombas, cohetes y
globos) a cargo de Pascual Delfino, costó $150.-; el lunch lo sirvió la
confitería Del Aguila por $400.-; incluso, don E.Bieckert proveyó, por
$48.-, seis barriles de cerveza para los soldados que montaron la guardia de
honor.
Debe decirse una palabra respecto de su excelente
emplazamiento, que es parte del programa original del monumento, ya
que se concibió para ese lugar específico que es la Plaza Almirante Brown
(un caso análogo al de Cristóbal Colón en Buenos Aires, que había sido
concebido para el "Parque Colón", de donde fue retirado sin motivo en
2014…). Dicho de otro modo, su ubicación en el mismo sitio de su inauguración ritual,
es parte de los valores de autenticidad de este monumento, que dialoga
amigablemente con el entorno forestal de la Plaza y con el entorno urbano
debidamente amortiguado. En este sentido, y si bien ese entorno ha
sufrido modificaciones, la altura de las construcciones todavía remite a las
escalas fundacionales; sobre todo, queda en pie frente a la Plaza, un
edificio del período fundacional: me refiero al Palacio Municipal,
proyectado por los arquitectos Canale en estilo Neorrenacimiento y por fortuna,
preservado hasta nuestros días, al menos en su materialidad exterior (sé
que hubo intervenciones en su interior, pero ignoro sus alcances).
En la obra Patrimonio Arquitectónico
Argentino-Memoria del Bicentenario-1810-2010, ha sido justicieramente incluido
en la página 192. Antes, le dedicó bastante atención mi querido y recordado
amigo Alberto S.J. de Paula, tanto en una nota que publicó allá por los
años 60´s la revista Anales del
IAA, como también en el volumen dedicado a los arquitectos italianos que
publicó el Cedodal en el año 2004.
Tal vez, si la Comisión Nacional de
Monumentos, Bienes y Lugares Históricos volviera su mirada sobre esta Plaza,
este Palacio Municipal y este Monumento escultórico, podría obtenerse una
declaratoria de todo el conjunto patrimonial, con su área de
amortiguación visual, incluyendo una bella y singular "recova" aledaña. En
verdad , el sitio lo merece.
2.El Monumento escultórico a don Esteban
Adrogué
Se halla emplazado en la "Plaza
Espora" sobre la transitada avenida Espora, frente al célebre
edificio llamado "La Cucaracha" y al Colegio Nacional. De este
magnífico monumento también suelen pasarse por alto algunos detalles. Por
ejemplo:
a) ¿Quien fue su autor? ¿Dónde vivía?
¿Dónde había nacido?¿Qué otra profesión desempeñaba?
Se trata de un escultor notable de
nuestro país, pero que no es lo suficientemente conocido. Su nombre era Félix
Pardo de Tavera. Vivía precisamente en Adrogué. Y había nacido en Filipinas.
Es un caso singular, de un escultor que poseía un título profesional bien
diferente: era médico (otro caso similar fue Hernán Cullen Ayerza, que además
de escultor era abogado).
b) Se suele ignorar que, durante algún
tiempo, cumplió funciones funerarias, ya que dentro de su pedestal fueron
colocados, en 1969 los restos del fundador don Esteban Adrogué, que ya en 1953
habían migrado desde la Recoleta hasta el templo de San Gabriel (tengo a la
vista la nota de La Opinión revista
de setiembre de 1972, recordando aquel acto de tumulación intra
pedestal…). Luego fueron retirados…demasiado trajín para esas venerables
cenizas...
Quiero señalarte un detalle interesante
de Pardo de Tavera. Al parecer, se entusiasmó con los retratos de personas
"sedentes", es decir, cómodamente sentadas en una silla, ya que
además de esta estatua de Esteban Adrogué, representó, sentados también, a Bernardo
de Yrigoyen (lo podés ver en la Escuela del mismo nombre en la avenida
Montes de Oca) y a Marcos Paz, el jefe de la Policía (lo podés ver, si
te dejan entrar, en el patio del Departamento Central de Policía, cuyo
edificio, de paso, te cuento que es proyecto del arquitecto Juan Buschiazzo).
Pero, además, Pardo de Tavera tiene obras
funerarias en el cementerio de La Recoleta. Y un busto muy conocido (aunque
habitualmente no se menciona como obra suya), que es el busto del General
San Martín, en la sede de la OEA en Washington (hay una copia en la
Academia Nacional de la Historia).
La vida de Pardo de Tavera tiene alternativas
novelescas, principalmente en París, que en otra ocasión te contaré.
Volvamos a la estatua de don Esteban
Adrogué, a quien el escultor conoció como vecino de aquel suburbio. El 20 de
enero de 1904, el diario La Nación dio a publicidad la iniciativa de los
vecinos y allegados del pueblo de
Adrogué, de levantar una estatua a la memoria de su fundador. La reunión
inicial de la comisión pro-monumento iba a celebrarse, previsiblemente, en el
mítico Hotel "La Delicia". Entre los miembros de aquella comisión se
contaban Pardo de Tavera, Juan Buschiazzo, y
otros. A Buschiazzo se le ofreció la presidencia, pero no pudo aceptarla
porque partía para Europa.
Mientras se decidían los detalles de la
estatua, la comisión mandó acuñar , para el acto de colocación de la piedra
fundamental, ese mismo año, una medalla con la efigie de don Esteban Adrogué,
fabricada por la Casa Gotuzzo y modelada por el escultor J. Santiago
Lavarello.
En cuanto al emplazamiento, si bien hubo
alguna idea de levantar la estatua en la plaza matriz del pueblo, pero dado que
ya estaba allí la estatua del Almirante Brown, se desistió de tal sitio y, en
cambio, se solicitó a la Municipalidad, con fecha 5 de febrero de 1904, el
emplazamiento en la Plaza Espora. Vale decir que el sitio de emplazamiento
actual forma parte de los valores de autenticidad del bien artístico, que
desde siempre estuvo allí.
Finalmente se confió la ejecución del
monumento al cirujano Félix Pardo de Tavera, por ser vecino del pueblo. Este
aceptó la encomienda y la ejecutó gratuitamente, cobrando únicamente el gasto
de los materiales y transporte.
La inauguración del monumento y
sus características
Ocurrió el 25 de marzo de 1909.
El diario La Nación lo registró de
este modo: El pueblo de las avenidas techadas por las ramas balsámicas de
sus eucaliptos colosales, el sitio elevado de aire puro y sol brillante, de
espléndidas "villas" y originalísimo trazado en diagonales, que
obtuvo premio en la Exposición Industrial y Artística, está hoy de fiesta, sin
duda la más grande, popular y significativa que desde hace mucho tiempo ha
celebrado…
De la escultura, decía: Su obra es de
genuina escultura… Es sencillamente el "viejito Adrogué", con su cara
bondadosa, sentado según su manera habitual, con su bastón en la mano derecha y
el brazo izquierdo extendido, sujetando sobre el banco su típica galera.
"Es él" dirán hoy todos los del pueblo… La ejecución también impone el
aplauso, el modelado es poderosamente blando y la difícil linea que va desde la
amplia frente del anciano hasta los amplios pliegues del ropaje, parecen marcar
en su dibujo, la edad de aquel cuerpo sereno y lleno de reposo. Esta obra de
que Adrogué podrá enorgullecerse, constituye un triunfo más del Dr.Pardo de
Tavera, cuyo arte ha sido elogiado con frecuencia.
Ante una concurrencia numerosa, hubo
descorrimiento del velo, varios discursos y banda de música, como mandaba el
ritual de inauguración de estatuas, y luego, un agasajo en el Hotel "La
Delicia".
La escultura de bronce representa a
Adrogué sentado, en edad de madurez "patriarcal", como solían verlo
los vecinos del pueblo y de la Capital. Su mano derecha se apoya en un bastón
(un atributo etario que refuerza la impronta patriarcal) a su lado izquierdo reposa
la galera, sobre la cual se posa la otra mano. La figura, aunque dotada de
autoridad, como cabe a un fundador y aun
patriarca, no es hierática ni rígida: al contrario, logra el dinamismo plástico
de un vivo retrato, con marcado modelado de las facciones y la indumentaria.
La estatua se alza sobre un sobrio
pedestal ortogonal, en cuyo frente se colocó una placa recordatoria de bronce.
Bibliografía
Si deseas leer más acerca de estos dos
monumentos y del pueblo de Adrogué, puedes consultar, entre otras obras:
-El Almirante Guillermo Brown,
fundación del pueblo que lleva su nombre, antecedentes de la erección de la
estatua, Buenos Aires, Stiller & Laas, 1886.
-César Adrogué: Notas históricas de
Lomas de Zamora y Almirante Brown , Buenos Aires, 1911.
-Jorge P.Fumiére: Origen y
formación del partido y pueblo de Almirante Brown (Adrogué), La Plata,
Archivo Histórico Dr.Ricardo Levene,1969.
-La Opinión, Adrogué, 30-IX-1966,
primera sección
-Libro conmemorativo del 75º aniversario
de la creación del partido de Almirante Brown.Centro Comercial,
Industrial y Fomento localista, setiembre 1948.
-Caras y Caretas, 3-IV-1909 nº 749
p.63, Inauguración de la estatua a Esteban Adrogué.
-La Prensa, 30-IX-1973
-Album recordatorio en el 50º aniversario
del deceso de don Esteban Adrogué-Traslado de sus despojos mortales, 21 de marzo de
1953.