domingo, 29 de julio de 2018
domingo, 8 de julio de 2018
ANTECEDENTES HISTÓRICOS DEL SITIO CONOCIDO COMO PALERMO DE SAN BENITO Y DE LA FORMACION DEL PARQUE TRES DE FEBRERO
Por Oscar Andrés De Masi
Para
http://viajealasestatuas.blogspot.com.ar
Julio 2018
El presente texto no pretende una
compilación exhaustiva de la historia territorial, urbana y jurídica del
"Parque Tres de Febrero" y el sitio de su asiento, sino ofrecer a las
amigas y amigas de http://viajealasestatuas.blogspot.com.ar, una síntesis de
sus principales antecedentes, el origen de su diversa toponimia, la utilización
de aquellas tierras hasta llegar hasta su configuración como parque público,
con sus diversos elementos patrimoniales, paisajísticos y artísticos.
Las tierras y su toponimia tradicional
La zona donde se ubica el "Parque
Tres de Febrero" no fue de las primeras que ocuparon los pobladores
venidos con don Juan de Garay en 1580, a fundar Buenos Aires. Tal era su
condición de bañado orillero con nula aptitud para el asentamiento doméstico o
productivo.
Si los "bosques" de Palermo
fueron, alguna vez, sinónimo de misterio, no lo es menos el origen de su
nombre, atribuido a un tal Juan Dominguez Palermo, de dudosa proveniencia
siciliana, que habría contraído matrimonio con la hija de uno de los primeros
pobladores y, por esta vía conyugal o dotal, habría adquirido las tierras en
cuestión.
Otros señalan que fue la suegra de un tal
señor Torrecillas quien, siendo antes dueña de una parte del lugar, le habría
dado el nombre, en recuerdo de los paisajes rústicos de Sicilia. Y, como allí
se levantaba una antigua capilla dedicada a San Benito, para el culto de los
esclavos negros, ambos nombres quedado asociados en el topónimo "Palermo
de San Benito", a cuya fama contribuyera don Juan Manuel de Rosas, al
fechar su correspondencia con aquel nombre. La memoria remota de aquel paraje
como escenario ritual sincretista de una negritud suprimida
debería ponderarse como un valor de diversidad cultural a rescatar en
una eventual declaratoria nacional del lugar. Exceptuando la "capilla de
los negros", en Chascomús, son bien escasos los sitios declarados que
reflejan patrimonialmente esta situación de diversidad relativa a los afroargentinos.
Una síntesis de ambas hipótesis acerca
del origen, ensayada hace tiempo por Horacio Schiavo (Palermo de San Benito.
1969) arroja como resultado esta conclusión, bastante verosímil: si el tal
Dominguez adquirió las tierras con posterioridad a la designación impuesta por
la suegra de Torrecillas, debió encontrarse ya con ese nombre consolidado, lo
cual le facilitó identificarse a si mismo como "de Palermo",
vale decir, "Dominguez el de aquel paraje". Schiavo concluye
que el uso habría hecho todo lo demás…
En definitiva, se trata de una hipótesis.
Lo cierto es que, al parecer, el éxito no coronó los esfuerzos de aquel
pionero, su nombre pudo bautizar aquella geografía agreste como
"Palermo", ya registrado en documentos y planos de data colonial.
Presencia de don Juan Manuel de Rosas
Don Juan Manuel de Rosas lo rebautizó
hacia 1834, cuando comenzó las tareas de rellenado del "Bajo"
costero, con humus traído desde Belgrano y la Recoleta. Fue, desde
entonces, "Palermo de San Benito", un enorme complejo donde el
Restaurador instaló su casona (proyectada por el ingeniero Felipe Senillosa),
y a la vez, la sede del gobierno, junto a una unidad productiva rural y
forestal y un espacio de recreación pública, todo ello conectado vialmente con
el tejido urbano y sus salidas a la campaña.
El carácter casi feudal del asiento
concebido y preferido por Rosas, era consistente con la filiación ya romántica
de su figura, alejada de los entusiasmos neoclásicos y republicanos de Mayo, y
más cercana a los poderes monárquicos nacionales que habían vuelto al escenario
europeo con la Santa Alianza. En "Palermo de San Benito", Rosas fue
un monarca en su bastión; y hasta una menguada y austera, "corte"
punzó, que incluyó bufones y una "princesa federal", se congregó
allí, mientras duró aquel reinado tan singular.
Justamente, el sector señorial o
"casco" de la extensa propiedad, fue escenario de numerosos
acontecimientos políticos y sociales de la época de Rosas. A título de ejemplo,
bajo el llamado "aromo del perdón" o "aromo de
Manuelita", la hija de Rosas solía interrumpir los ocios solariegos de
su padre, e implorar la conmutación de penas para los reos unitarios acusados
de felonías políticas. La subsistencia de un retoño o vástago de aquel árbol,
en la esquina de las Avenidas Del Libertador y Sarmiento, frente al rond-point
y al Monumento de los Españoles, ameritaría para el vástago de aquel
ejemplar, una declaratoria nacional individual, similar a la que se asignó a
la vecina "magnolia de Avellaneda", a pocos metros de allí.
Reutilización y resignificación
Tras la caída de Rosas, en 1852, el establecimiento
fue invadido, saqueado y prontamente dejado en estado de abandono, al menos
hasta 1870, con la instalación, allí,
del Colegio Militar.
Precisamente, fue un acérrimo enemigo de
Rosas, me refiero a Domingo Faustino Sarmiento, quien, inspirado en los parques públicos
europeos, en los Rural Cemeteries de Nueva York y Cambridge, y en el Central
Park de Manhattan, puso un foco de progresismo urbano a la pàge, en
el área, proponiendo una resignificación del sitio, para goce del público.
Tocó inaugurarlo al presidente Nicolás
Avellaneda con el nombre de "Parque Tres de Febrero", precisamente
en alusión a la fecha de la caída de Rosas, como si el nuevo nombre encerrara
un conjuro cívico, capaz a de borrar la "memoria maldita" de su
antiguo propietario. Así obraba en el plano simbólico de la traza urbana,
aquella generación liberal de la llamada "Organización Nacional"...
Nuestra mirada actual del patrimonio, como espacio de construcción de
consensos y de arbitraje de los conflictos históricos a través de la síntesis
identitaria nacional, impone la tarea de recuperación de la totalidad de
los estratos históricos del sitio, con su memoria específica, incluyendo la
toponimia tradicional suprimida.
Algo se intentó reparar de aquel
silenciamiento, cuando en la época del presidente Menem, y tras la repatriación
de los restos de Rosas, al menos se inauguró una estatua ecuestre en lo que fue
parte de su enorme propiedad. En cuanto a la estatua, no tiene buena estima ¡ni
entre los simpatizantes de Rosas! Recae sobre ella un juicio injusto a mi
entender, porque no es mala escultura. Pero, quizá, lo desfavorable sea ese
pedestal pesado, poco plástico y fuera de proporción.
Nuevo concepto paisajístico
La configuración definitiva del Parque
fue cambiante, ya que, tras otro período de abandono, en 1881, el activo intendente Torcuato de Alvear lo rehabilitó, en el marco de un programa
de sistematización de los espacios públicos ofrecidos al ocio ciudadano.
Sin dudas, fue con la llegada del ilustre
paisajista francés Carlos Thays a la Dirección Municipal de Paseos, y
luego, con la gestión de su sucesor, Benito Carrasco, que el Parque
aceleró sus transformaciones, definió su identidad, y adoptó una nueva configuración
dotada de sentidos recreativos, paisajísticos, ornamentales, conmemorativos,
evocativos e higiénicos.
Así, por obra de la dinamita,
(literalmente), desapareció el caserón de Rosas en 1899, y en su lugar se
erigió el rond-point donde, luego, se levantó el Monumento de los
Españoles, ofrendado por aquella colectividad con motivo del Centenario y
comenzado a ejecutar A. Querol, quien no pudo concluirlo.
La polémica estatua de Sarmiento, obra de
A. Rodin (1899-1900) fue parte de aquella "apropiación
simbólica" que las élites liberales hacían del sitio. El citado
monumento tiene la particularidad, en la cara posterior del pedestal, de
incluir un casi ignorado elemento escultórico de mano de E. A. Bourdelle,
quien por entonces se desempeñaba en el taller rodiniano de París.
Sucesivas ampliaciones dieron lugar al Pabellón
de los Lagos, al Rosedal, y al Patio Andaluz.
Cabe mencionar la profusión de esculturas
conmemorativas o meramente ornamentales que existen en el Parque, obras de
celebrados artistas argentinos y extranjeros. Por citar, apenas, un par de
ellas, y por razones de brevedad, mencionamos la Ofrenda floral a Sarmiento
de Peynot o El esclavo de Cafferata. Puede afirmarse que
la mayor concentración de obras escultóricas de la Capital se verifica en el
Parque en y las plazas y plazuelas que lo componen.
Recién hacia 1933, el Parque completará
su configuración más o menos definitiva, con la instalación del primer Jardín
Japonés, de pequeña superficie, al cual seguirá en 1967, el actual Jardín
Japonés que goza de una declaratoria nacional (Decreto P.E.N:652/08) cuyo
acto administrativo presidencial tuve el privilegio de redactar por especial
pedido del Arq. Alberto S. J. de Paula, cuando integraba la Comisión
Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos en mi carácter de
Asesor Legal ad honorem.
Referencias bibliográficas principales
.Pschepiurca, Pablo: Palermo, la
construcción del Parque en revista Summa, colección Temática nº 3/ 83, Bs. As.,
1983.
.Ramos, Jorge: El Parque Tres de
Febrero, de Garay a Noel en El tiempo de los parques, compilado por
Sonia Berjman, UBA-FADU-IAA, 1992.
.Gorelik, Adrián: La grilla y el
parque (espacio público y cultura urbana en Buenos Aires 1887-1936) Universidad
Nacional de Quilmes, 1998.
.Pando, Horacio: Palermo de San Benito
en Anales del IAA nº 17, 1964.
.Schiavo, Horacio: Palermo de San
Benito en Cuadernos de Buenos Aires nº XXXII, 1969.
.De Masi, Oscar Andrés: El Jardín
Japonés de Buenos Aires, CNMM y LH y Fundación Cultural Argentino-Japonesa,
2009.
.De Masi, Oscar Andrés: Árboles Históricos Nacionales, CNMM y LH - INTA, 2012.
.Muello, Ernesto: 1880-Cincuentenario
de la Federalización de Buenos Aires-1930, Municipalidad de la Ciudad de
Buenos Aires, 1932.
domingo, 1 de julio de 2018
TERCERA ENTREGA TEMPLOS REFORMADOS DE TRADICIÓN BRITÁNICA EN LOMAS DE ZAMORA Y TEMPERLEY. IGLESIA ANGLICANA DE LA SANTA TRINIDAD (HOLY TRINITY CHURCH) EN LOMAS DE ZAMORA.
Colección oadm.
Por Oscar Andrés De Masi
Para
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Julio de 2018
Continuando con la serie de posts acerca
de esas verdaderas joyas patrimoniales que son los templos de rito reformado y
tradición británica en el distrito de Lomas de Zamora, les ofrecemos en esta
tercera entrega, una semblanza del más antiguo de ellos.
El templo, declarado Bien de interés
histórico y artístico nacional mediante el Decreto PEN nº 615/2017 (que
tuve el honor de redactar y gestionar junto a la arquitecta Mariana Martin), se
ubica en la Av. Almirante Brown nº 2577 de Lomas de Zamora (lado este de las
vías del ferrocarril) y sus referencias catastrales son Circunscripción II,
Sección A, Manzana 76 B, Parcela 5. Lamentablemente, el entorno, antes de baja
altura, comienza a poblarse de edificios de tipo "torre", que quitan
amortiguación visual al conjunto homogéneo del templo, su salón parroquial, la
casa rectoral y el pulcro jardín arbolado.
Foto MF 2014.
Foto MF 2014.
Siguiendo la crónica registrada por Alberto S. J. de Paula, y en base a los datos compilados por el Rev. Townsend (The History of Holy Trinity Church, Lomas), debemos remontar al año 1871 la iniciativa de los numerosos residentes británicos de Lomas de Zamora, en el sentido de disponer de un templo anglicano local, edificado sobre terrenos donados por Henry A. Green, quien poseía su chacra e industria rural en la localidad. Los proyectistas fueron los arquitectos ingleses Ryder & Merry y actuó como consultor Henry W. Ford. La construcción se encomendó a Juan Lapizonde.
Foto Mario J. Buschiazzo. Colección oadm.
La piedra fundamental se colocó el 26 de
febrero de 1872 y la inauguración del edificio ocurrió el 12 de enero de 1873.
Años más tarde, en 1888, la demanda de mayor espacio congregacional determinó
la construcción de un presbiterio, sacristía, bautisterio, nave lateral y sala
para órgano, a cargo del constructor J. Pollard, según proyecto del arquitecto
E. C. Shearman. Las tareas concluyeron el 15 de junio de 1890.
En 1891 se amplió la casa rectoral, que
luce como un pabellón más pequeño a un lado del templo y separado de aquel. En
1896 se encomendó al arquitecto Walter Basset Smith (residente en Temperley y
famoso proyectista de residencias veraniegas marplatenses) la construcción de
un salón parroquial cuyo volumen lo asemeja a la iglesia misma, aunque ubicado
en un eje exento y transversal.
Acceso a la casa rectoral.
Foto MF 2014.
Salón parroquial.
Foto MF 2014.
El conjunto sucesivo de edificios, de gran armonía entre si a causa de la analogía del lenguaje formal empleado, se emplaza en un parque de características pintorescas inglesas. Y ya que hablamos del estilo neogótico elegido para la arquitectura, tenemos algunos matices: Alberto de Paula identificó en la iglesia la variante del Decorated Style en la parte más antigua, con apelación al Early English en las ventanas del bautisterio. Por su parte, Merdhurst Thomas prefería caracterizarlo, en general, como Early English pero con detalles de un período de Transición, derivado del Normando Tardío. Quien se interese en estos "architectural features of the church" podrá leer, con provecho, la nota específica que, con ese nombre, redactó el Arq. Medhurst Thomas para el libro del Rev. Townsend y que figura como capítulo XII.
En el interior del templo se destaca el
trabajo en madera tallada en la armadura de la techumbre que, por su semejanza
y contemporaneidad con la Iglesia Metodista de Buenos Aires, De Paula arriesga
la hipótesis de que hayan intervenido los mismos operarios, ¿probablemente
carpinteros navales? No lo sabemos.
Los sectores posteriores del presbiterio
y nave lateral, presentan techos de mayor simpleza, pero, en compensación, De
Paula señaló el aporte constructivo y expresivo del aparejo de ladrillos, en
lugar de los revoques de uso anterior.
Otro detalle de raigambre inglesa
advertido por De Paula (y antes, en general, por N. Pevsner) es la resultante
de una compartimentación espacial de la nave principal, de neta longitud.
Los vitrales, debidos a la generosidad de
numerosos donantes cuya memoria ha sido allí registrada, son de indudable
mérito. Fueron, en general, fabricados en Inglaterra, con excepción de algunos
más modernos que se ubican en el Baptisterio y que datan de los años 30´s.
Algunos vitrales aluden a feligreses caídos durante la Primera Guerra y
adquieren por este motivo un doble valor de memoria.
Foto MF 2014.
Foto MF 2014.
En suma, se trata a juicio del autor
citado, de un templo que si bien no descuella por su magnitud, alcanza una
exitosa proporción (Proportion is, of course, the real secret of
architectural dignity, había escrito Medhurst Thomas) y logra un interés de
conjunto, al echar mano a recursos neogóticos ingleses, sin exuberancias ni
extravagancias, y por completo adaptados al paisaje de aquellas viejas Lomas de
Zamora que los residentes británicos designaban como Green Lomas, y de
cuyo pasado esplendor apenas si hemos conocido, muchos de nosotros, apenas un
atisbo nostálgico…
Fuentes consultadas
El prolijo libro del Rev. Townsend del
año 1936, y la monografía de Alberto S.J. de Paula publicada en la revista Anales
del Instituto de Arte Americano en 1963, siguen siendo las fuentes
principales.
Muy especialmente, para quienes disfrutan
de las descripciones de la arquitectura neogótica escritas en un pulcro inglés scholar,
el breve texto de Merdhurst Thomas será una delicia. También, algunas
comprobaciones de Francisco Corti y Ofelia Manzi, en su trabajo publicado por
el Instituto Payró en 2002 me han sido de utilidad. Y, por supuesto, mis
propias observaciones, maduradas tras tres décadas de lectura formal del
edificio y algunas discusiones amistosas con los recordados Alberto De Paula y Raúl Gómez, a comienzos de
los 80, en un bar de la avenida Meeks que ya no existe.
Foto MF 2014.
Rodaje de un episodio de la serie "Planeamos tu día".
Arq. Mariana Martin, Dr. Oscar Andrés De Masi, Rev. Mario Agreda
y Arq. Marcela Fugardo.
Foto SSh. 2014.
DIPLOMACIA "MONUMENTADA": UNA EXITOSA PROPUESTA ACADÉMICA DE OSCAR ANDRÉS DE MASI Y CLAUDIO HONTAKLY DESARROLLADA EN EL CUDES
OADM en la sede del CASI
Foto MF.
Por Imafronte
Para
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Junio 2018
¿Diplomacia "monumentada"? Hum…
¿De qué se trata?…
Los más de doscientos cursantes de la
Diplomatura en Cultura Argentina del CUDES, en las sedes de San Isidro y de
Belgrano, se formularon estas mismas preguntas hasta el mismísimo día de las
dos clases dedicadas al tema. Y luego de ambas clases, la pregunta fue: ¿cuándo
habrá más Diplomacia Monumentada?… Señal inequívoca del éxito de la propuesta.
El 30 de mayo en la sede del CASI en San
Isidro, y el 13 de junio en la sede de la UB en Belgrano, bajo el rótulo de la
Diplomatura ya mencionada que lleva adelante el CUDES, los profesores Oscar
Andrés De Masi y Claudio Hontakly, cada uno desde su expertise propio y
con su estilo personal, desarrollaron una historia panorámica de la política
exterior argentina, desde los días de Mayo y hasta la época rivadaviana. La
cortedad del tiempo áulico impidió seguir adelante con el siglo XIX y los
comienzos del siglo XX, como hubiera sido de desear. ¡Ya habrá ocasión!
Claudio Hontakly en la sede del CASI.
Foto MF.
Pero la novedad de la propuesta (que
entusiasmó a las sagaces autoridades académicas del CUDES) consistió en el
abordaje del tema, nunca efectuado de tal modo, hasta ahora: partir de la
apreciación de los monumentos que hacen referencia a figuras de la política
exterior argentina y, desde ellos, explicar el perfil de los gestores de
aquella agenda diplomática. Así, mientras De Masi explicó los detalles de cada
monumento (mayormente esculturas), Hontakly aportó información del por qué ese
personaje tiene su monumento…En algunos casos, y para sorpresa del público, los
expositores revelaron la inexplicable ausencia de un monumento conmemorativo!
¿Por qué no lo tienen, por ejemplo, Manuel José García o Tomás Guido (salvo su
busto funerario)?
Las explicaciones, sin abandonar el rigor
de sus contenidos históricos y estéticos, abundaron en anécdotas, por momentos,
hilarantes. Y no faltó la recomendación bibliográfica.
Se trató de una comprobación de aquella
consigna que lanzara Ricardo Rojas en vísperas del Centenario de Mayo: la "pedagogía
de las estatuas"… Vale decir que los monumentos no sólo deben adornar:
deben, también, enseñar.
En suma, las dos clases colmadas de
oyentes (que en el recreo formularon interesantes preguntas y acotaciones)
superaron las expectativas de los organizadores, del mismo público… y de los
propios docentes!
De Masi y Hontakly prometieron volver,
con más monumentos dedicados a las figuras de la política exterior argentina.
De Masi y Hontakly revisan detalles previos a la clase en UB.
Foto Imafronte.
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