Varios amigos me han preguntado por qué, en el caso del monumento ecuestre del general Alvear, escribí "cavallo" con "v" corta, en lugar de la palabra española con "b" larga. No es un error sino una expresión deliberada que les explicaré seguidamente:
La respuesta tiene que ver con la voluntad expresiva de Bourdelle, quien incurrió en una suerte de anacronismo, al elegir como cabalgadura para Alvear, no a uno de los corceles ligeros de las guerras napoleónicas (vale decir, la época de Alvear y nuestra Independencia) sino a un caballo robusto, de aquellos que debían soportar las demandas portantes del jinete y la armadura tardomedievales (¡se imaginan Ustedes el tremendo peso!).
Así la expresión italiana "cavallo" se carga de las referencias artísticas italianas y pone a Bourdelle (o se puso a si mismo) en el linaje de las grandes esculturas ecuestres renacentistas: el Colleoni de Verrochio o el Gattamelata de Donatello.
oadm/19-II-2016
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