Por Oscar A. De Masi
Decía Santo Tomás de Aquino que la virtud
de la Esperanza consiste en la alegría anticipada por un bien futuro.
Ahora que soplan, por fin, nuevos aires
en la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos por
reemplazo de sus autoridades, germina la esperanza de una renovada mirada
integral de nuestro patrimonio monumental. Esa expectativa es, por tanto,
motivo de alegría para quienes respetan el pasado encarnado en los monumentos.
Por especial encomienda de la actual
Presidenta del organismo (la Lic. Mónica Capano, una figura de referencia en la
disciplina y, especialmente, en las vertientes del Patrimonio Inmaterial), días
atrás y en mi carácter de asesor honorario de la institución, he realizado una
visita al casco fundacional de Lomas de Zamora a efectos de realizar un relevamiento
organoléptico en ese sector de alta densidad monumental.
Ha de recordarse que las declaratorias
nacionales de bienes en esa área de la ciudad fue lograda en los tiempos en que
el Arquitecto Alberto S. J. de Paula presidía la Comisión Nacional de
Monumentos. Con él trabajamos en estas declaratorias tanto yo como Juan Martín
Repetto y Pablo Willemsen. Todo atropello a las cualidades patrimoniales de
esos bienes configura, también, un agravio a la memoria del principal cronista
de la historia lomense, que fue nuestro querido amigo Alberto.
La reciente comprobación de situaciones
que colisionan con las buenas prácticas en la disciplina ha sido consignada en
los respectivos Informes elevados ante el organismo nacional y que,
seguidamente, sintetizo:
A- Plaza “Victorio Grigera” (LHN)
1- Dado que el citado paseo ostenta el
carácter de Lugar Histórico Nacional, queda por ello sometido a la
superintendencia concurrente de la Comisión Nacional; por lo mismo, y toda vez
que los trabajos los viene ejecutando el Municipio local desde hace ya varios
meses, corresponde verificar en el organismo si existen informes, avisos
u otro tipo de actuación administrativa a este respecto, producida por asesores
o subdelegados locales, durante el mandato de la gestión directiva que culminó
en julio de este año.
2- La Plaza se encuentra cercada
actualmente por una malla perimetral que dificulta la toma de fotografías. Sin
perjuicio de ello, se han obtenido algunas imágenes desde fuera del cerco, para
mejor ilustración del caso.
3- Las obras que se observan consisten en
la remoción de los muretes de ladrillos-vista de los canteros en el perímetro
del paseo, para su reemplazo por otro tipo de contorno formado por módulos de
hormigón. También se realizan reemplazos en las veredas perimetrales y en los
senderos interiores. No se han observado, a la fecha, trabajos en el monumento
sanmartiniano (BIAN), aunque sí se advierte movimiento de tierra y recortes en
árboles.
4- Queda en evidencia que los aspectos
perceptuales de la Plaza están siendo sensiblemente modificados por el
reemplazo de morfologías, volúmenes y materiales tradicionales, que, aunque no
podrían estimarse como originales, se hallaban ya consolidados en el imaginario
vecinal tras el paso de varias décadas (como los muretes de los canteros,
construidos con aparejo de ladrillos vista y de elegantes aristas curvas, que
formaban las borduras del polígono), por otros elementos ortogonales de cemento
y de baja altura.
5- Claramente, la imagen que ofrecerá la
Plaza, una vez concluidas las obras, será diferente del registro que ofrecía
al momento de su declaratoria como LHN, cuando junto a De Paula realizamos
los relajamientos de rigor. Si estas suplantaciones responden a motivos
funcionales o a un mero ejercicio de nuevas estéticas, es un tema que deberá
dilucidarse a partir de una Memoria Técnica de los trabajos, la cual no se ha
tenido a la vista.
6- En cuanto al trazado de los senderos
interiores, no podría emitirse ahora opinión por no disponer de un plano que
documente la propuesta.
7- En suma, la intervención no luce
ajustada a un programa de recuperación de historicidad ninguna del paseo, ni
sometida a un corte epocal determinado, sino más bien, como se ha dicho,
parecería una operación de remozamiento ajena a los criterios patrimoniales
y más bien alineada con ciertas nuevas tendencias estéticas para los espacios
públicos que podrían encontrar su referencia modélica en las reformas más o
menos recientes de las plazas de la Ciudad de Buenos Aires. Porque, más allá
del color político, pareciera que es nota “aspiracional” de los municipios del
conurbano, el querer parecerse a la Capital, aún a costa de despojarse de los
rasgos identitarios tradicionales de sus espacios públicos.
8- Adicionalmente, corresponde hacer
notar que la Municipalidad de Lomas de Zamora no ha atendido, hasta ahora, el
reiterado pedido de la Comisión Nacional de Monumentos en el sentido de recuperar
la paleta monocromática de la fachada del Palacio Municipal (MHN) llamado
antaño el “Palacio Blanco” e incorrectamente pintada a rayas verticales
desde hace varios años; y, del mismo modo, no ha dado señales de avance
respecto de la reglamentación del “área de amortiguación visual” en el entorno
de la Plaza “Victorio Grigera”, creada por decreto del PEN n.º 216/2007.
B- Conjunto monumental de la Catedral y el
antiguo colegio parroquial (MHN)
Se han observado las siguientes
situaciones que afectan al templo y a su local anexo, ambos declarados en la
categoría de Monumentos Históricos Nacionales merced al decreto PEN 1020/2004.
1-En el presbiterio del templo
catedralicio continúa instalado un dispositivo de metal a modo de pasarela, de
ningún mérito estético e inconsistente con el lenguaje neorrenacentista del
edificio, colocado por delante del retablo mayor, cuya intención es facilitar
el acceso a la imagen devocional antigua de Nuestra Señora de la Paz y permitir
que los fieles y promesantes, situados en tal altura y cercanía respecto de la
hornacina que contiene el simulacrum, satisfagan los impulsos táctiles
de su devoción mediante el tocamiento de la talla.
1.2- Ya nos ocupamos de este tema en este
mismo blog, en mayo y en julio de 2017. En aquellas ocasiones
reflexionábamos acerca de esa especie de anapiesma, que nos hacía
acordar de la trampa por donde subían o bajaban los personajes en el teatro
griego… o su parecido con el pescante o tramoya de la escena española.
Ninguna de estas analogías favorece al artefacto en ese sitio.
1.3- Demás está decir que, con
independencia del obstáculo visual que este cuerpo de tipo industrial plantea,
y su impacto en los valores de amortiguación del retablo, el eventual contacto
físico con la imagen (tocamiento devocional) conspira contra su adecuada
conservación. Debe anotarse que durante el plan de puesta en valor y
restauración aprobado por la CNMMyLH en el año 2006 y que motivó el convenio
entre la autoridad diocesana y el Ministerio de Planificación Federal del 28 de
diciembre de ese año, el Estado Nacional invirtió recursos presupuestarios en
la recuperación de esa imagen, entre otros trabajos.
2- El mencionado plan de intervenciones
aprobado en 2006 también incluyó trabajos de puesta en valor de la llamada
Sede Parroquial (antes colegio parroquial). Entre ellos, una recuperación
de su patio histórico, donde se preservó un mástil y se plantaron naranjos a
modo de recreación de los plantíos de frutales a que el solar estaba destinada
en su origen remoto.
Una vista del patio del viejo colegio parroquial, antes de su intervención en 2007. Obsérvese el mástil de la bandera como testimonio de época (Foto OADM, 2006).
2.1- Con sorpresa (casi diría que con
estupor), como las imágenes lo atestiguan, se pudo observar que el patio, como
tal, ha desaparecido (lo mismo que los naranjos plantados por indicación del
Master Plan y solicitados con insistencia por Alberto de Paula, reemplazados… por
un cactus!) como espacio histórico vinculado al edificio del viejo colegio, al
haberse construido en su polígono un “cinerario” cuya estética resulta poco
menos que inexplicable, en el contexto de la arquitectura academicista,
tanto del edificio del antiguo colegio como del lateral este de la catedral.
2.2- La condición de Monumento Histórico
Nacional de este edificio anexo al templo impone al propietario la obligación
previa de someter ante la Comisión Nacional todo proyecto de intervención
material, a sus efectos vinculantes y conforme la preceptiva de la ley 12665.
¿Se cumplió con este procedimiento o la modificación del sector del monumento
ha acaecido en infracción a la norma?
3- Bonus Track para lectores
exigentes: en relación con el origen del viejo colegio parroquial que
integra el conjunto monumental declarado en el marco normativo nacional,
transcribimos el siguiente párrafo:
“En 1925 se produjo un cambio importante
en el entorno del templo y en la volumetría del conjunto, al construir en la
esquina de la calles Sáenz y el antiguo Camino Real (hoy avenida Hipólito
Yrigoyen) el colegio parroquial “Pbro. Dr. Antonio Sáenz”, obra del ingeniero
Pedro Recalt”.
Cfr. DE PAULA, Alberto S.J. y DE MASI,
Oscar Andrés, La Catedral de Lomas de Zamora. Historia y memoria de un
templo bonaerense. CNMMyLH, 2008, p. 58.
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