La mirada y la interpretación de Oscar Andrés De Masi, arqueógrafo

martes, 13 de abril de 2021

EL EDITOR DE NUESTRO BLOG EN LA CEREMONIA DE “REINSTALACIÓN” DE LA ANTIGUA CRUZ DE LA IGLESIA DE LA PIEDAD

 

Foto: Rubén Ravera

El viernes 2 de marzo (Viernes Santo en el calendario católico romano) fue reinstalada en el interior de la Basílica de Nuestra Señora de La Piedad, la antigua cruz de hierro forjado, perteneciente al templo colonial demolido a finales del siglo XIX.

 Dicha reliquia histórica es el único elemento que sobrevive de la fachada y podría tratarse de la cruz de coronamiento del campanario, construido en 1797. Para resguardarla de los efectos erosivos de la intemperie, y siguiendo la recomendación del Dr. De Masi, las autoridades parroquiales decidieron su nueva ubicación en el interior del templo.

 La ceremonia de “reinstalación” fue breve y muy emotiva para la feligresía, que pudo acercarse a contemplar de cerca la cruz. Previamente, por pedido del cura párroco P. Laurencena, el Dr. De Masi pronunció unas palabras explicativas del valor patrimonial de esa cruz, como testimonio de la labor de las fraguas coloniales de Buenos Aires y la destreza de los maestros en el arte de la forja.

 Nuestro editor explicó que la herrería fue un oficio de antigua data en el Río de la Plata, ya que sus trabajos eran requeridos por el Cabildo para la fabricación de rejas para el presidio o de grilletes y cadenas para los reos; también se fabricaban en las herrerías las cerraduras, goznes y tachones de las puertas, las rejas de las ventanas y los instrumentos para la labranza de los campos. Y, también estas bellas cruces llamadas “de coronamiento”, que adornaban las torres y espadañas de iglesias y de camposantos, y que los viajeros podían divisar a la distancia.

 La cruz de la Iglesia de La Piedad tiene forma de cruz latina, y está hecha con planchuelas de hierro muy “batido”, es decir, muy forjado a golpes del cincel. Sus puntas son lobuladas o conopiales, y el centro del crucero  ofrece la curiosidad de contener una cruz de Jerusalem. Vale decir que el artesano colocó una cruz dentro de la otra, como un gesto que denota su destreza artística. Además, llaman la atención las lancetas decoradas con rizos, que se irradian a 45º hacia el exterior del crucero.

 Esta cruz había sido sometida a tareas de conservación y estabilización en el año 2015, a cargo del Pro. Miguel Crespo y con el asesoramiento directo del Dr. De Masi.

 

Para quienes deseen mayor información, pueden leer este tema en la obra del editor de nuestro blog La Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad del Monte Calvario: apuntes históricos y artísticos e interpretación patrimonial. Ed. Agape, 2020, pp. 169 a 172.


Foto:Rubén Ravera


Foto: Rubén Ravera


Foto: Rubén Ravera