Señores diario "La Nación"
En el interesante artículo publicado el 16 de abril bajo el título de "Una fachada con 680 ojos que miran a los transeúntes" se utilizan algunas palabras que valdría la pena calibrar en homenaje a la riqueza de vocablos que nos provee la lengua española para designar con cabal precisión a los miembros arquitectónicos de un edificio.
Se dice en la nota que los "atlantes" del edificio Otto Wulff "cumplen el rol de columnas" (sic). En rigor, aquellas ocho figuras (que también podrían denominarse "telamones" o "agobiados") lucen como gigantescas ménsulas o impostas o repisas esculturales en el tramo superior del basamento. Careciendo de basa, fuste y capitel sería harto dudoso llamarlas "columnas".
Además se mencionan "dos torres cupuladas" (sic) que culminan en "dos altas agujas" (sic), cuando en rigor debería decirse que se trata de dos mansardas acupuladas yuxtapuestas, que rematan en sendos "chapiteles", toda vez que para ser agujas su clivaje debería adoptar una silueta "aciculada", en lugar de la morfología más bien campaniforme de sus cubiertas, sostenidas por los edículos del remate.
Saludos cordiales
Dr. Oscar Andrés De Masi
Ex Vocal Secretario de la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos
Ex Regente de la Escuela Nacional de Museología
Ex profesor de la asignatura Patrimonio Monumental en la misma Escuela Nacional
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