La mirada y la interpretación de Oscar Andrés De Masi, arqueógrafo

martes, 13 de junio de 2017

ALGO MÁS ACERCA DE LAS PIEZAS ARQUEOLÓGICAS HALLADAS EN LAS EXCAVACIONES EN LA CATEDRAL DE LOMAS DE ZAMORA




Por Oscar Andrés De Masi
Junio 2007

Un inesperado interés (y un inesperado cúmulo de consultas privadas) ha motivado el post del 6 de junio acerca del destino de las piezas arqueológicas halladas en las excavaciones de hace unos años en la Catedral de Lomas de Zamora.

Para dar respuesta a varias inquietudes de índole jurídica-patrimonial, hacemos presente a nuestros visitantes del blog estas precisiones:

1.Las piezas arqueológicas halladas en el curso de las excavaciones en la Catedral de Lomas de Zamora (que fueron  en total 1.147) quedan alcanzadas por el rótulo de "bienes culturales" en los términos del inc.1º del art. 2º  de la Ley nacional 25.197.

2.Pero, además, quedan protegidas en los términos de la Ley nacional 25.743 sobre patrimonio arqueológico y paleontológico.

3.También los artículos 2339 y 2340 del Código Civil establecen las respectivas jurisdicciones  sobre los bienes arqueológicos argentinos.

4.Como bienes culturales y testimonios arqueológicos, pertenecen al conjunto de la Nación Argentina y merecen su debida protección y conservación. Para ello fueron entregadas oportunamente por los profesionales a cargo de las excavaciones, a la autoridad parroquial lomense. Vale decir que, cualquiera sea la autoridad de turno, carece de atribuciones para disponer de ellas de modo que se ponga en riesgo su integridad o su paradero. ¿Dónde están ahora? No puedo dar respuesta a esta pregunta. Deberían estar en el ámbito de la parroquia, sin duda.

4.En cuanto a quienes me preguntan acerca de la formación del clero católico romano en estas cuestiones de patrimonio, mi impresión es que los seminarios, en nuestro país, no ofrecen una educación más o menos básica. La buena o mala praxis sobre los bienes artísticos confiados al clero dependerá de la cultura y la sensibilidad estética personal de cada sacerdote. Un horizonte, por cierto, bastante aleatorio.  Hemos visto casos de finísima atención a los detalles artísticos del templo, como las restauraciones en la iglesia de San Ignacio de Loyola, en la Capital…Y hemos visto casos recientes como las estructuras metálicas colocadas en la fachada de la iglesia de Fátima en Martínez y en el presbiterio de la Catedral de Lomas de Zamora, sobre los cuales ya hemos opinado y en los cuales ha tomado intervención la Comisión Nacional de Monumentos. No puede atribuirse mala fe a estas últimas intervenciones que comprometen los valores de autenticidad patrimonial de ambos monumentos. Se trata, simplemente, de ignorancia de las buenas prácticas en la materia.

5.En otros tiempos, bastante lejanos, el clero se formaba en estas cuestiones artísticas (lo cual no siempre garantizaba las mejores practicas, pero…). Existían textos específicamente dirigidos a los seminaristas y sacerdotes como aquel famoso Cours élémentaire d´Archéologie del canónigo J.Mallet (tengo en mis manos, de mi colección, la edición de J.de Gigord, Paris, 1923 cuyo tomo primero corresponde a Arquitectura). Como un texto que se autodefine como "elemental"… es bastante completo. Tengo a la vista, también de mi colección, los dos tomos de los Éléments 
d´Archéologie Chrétiénne del çanónigo Reusens (edición Ch.Peeters, Louvain, 1885), un poco más complejo. Y tengo aquí delante (uno de mis favoritos) el celebérrimo Dictionnaire des Antiquités Chrétiennes del Abbé Martigny (edición Hachette, Paris, 1865). En fin, son apenas tres ejemplos de lo que el clero cultivado podía leer, en caso de duda, hace un siglo aproximadamente. Hoy, tal bibliografía ha quedado al ámbito de la erudición. Es obvio que no todos los sacerdotes de finales del siglo XIX o comienzos del siglo XX poseían el manejo de la Arqueología litúrgica o de la Estética del templo cristiano que exhibía un P.Salvaire, por ejemplo. Pero había un sensu communis para estas cuestiones. Y siempre quedaba el recurso de consultar a quienes más sabían. Un recurso que todavía podría utilizarse con predecible ventaja para la preservación patrimonial de los templos y su equipamiento, y para el goce estético, la conciencia histórica y la afirmación identitaria de la comunidad.







La nave principal, el presbiterio, el altar antiguo y el retablo mayor en su máximo esplendor, c1947 (foto colección OADM).


3 comentarios:

  1. A mi no me extraña nada de los curas. Si en los archivos vaticanos te esconden la historia de Europa y sus dominios modernos, te imaginás en una catedral sudaca lo que pueden hacer. Porque, encima, la mayoría de los curas del conurbano son MUY BRUTOS. Todas esas piezas de arqueología deberían pasar al museo de cada ciudad y quedar a la vista del pueblo, sin ocultamientos.
    IbaniezMentol

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  2. Gracias IbaniezMentol.
    Creo que en este caso no hay mala intención, sino desconocimiento de lo que significa custodiar este tipo de patrimonio arqueológico y desconocimiento de su valor identitario social. En su momento, sentí una enorme satisfacción al haber logrado, durante mi gestión en la Comisión Nacional de Monumentos, este componente de arqueología en el Master Plan de tareas para la Catedral de Lomas de Zamora. Fue la primera y, hasta ahora, la única campaña arqueológica en ese monumento.
    OADM

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  3. Gracias IbaniezMentol.
    Creo que en este caso no hay mala intención, sino desconocimiento de lo que significa custodiar este tipo de patrimonio arqueológico y desconocimiento de su valor identitario social. En su momento, sentí una enorme satisfacción al haber logrado, durante mi gestión en la Comisión Nacional de Monumentos, este componente de arqueología en el Master Plan de tareas para la Catedral de Lomas de Zamora. Fue la primera y, hasta ahora, la única campaña arqueológica en ese monumento.
    OADM

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