martes, 4 de marzo de 2025
EL DESTINO ACIAGO DE LA ARQUITECTURA ITALIANIZANTE EN EL DISTRITO SUR DE BA
LA LECCIÓN DEL “ÚLTIMO” ALBERDI, ACERCA DE LOS LIBERALES AREGENTINOS…
Por OADM
Para Viaje a las Estatuas, febrero 2024
La Argentina es gobernada en este momento por un partido político cuya historia es una página en blanco, que se dice libertario y que pregona la libertad liberal como bandera y programa.
Me pareció interesante, además de mostrar hoy una estatua de Juan Bautista Alberdi (a quien esta facción gobernante dice reverenciar como padre fundador de nuestras “ideas de la libertad” republicana), recuperar una frase de sus Escritos Póstumos (aquellos que comenzó a recopilar su hijo Manuel y, luego, Francisco Cruz).
Porque ocurre que no hay un Alberdi unívoco.
Aquí, en la cita que les propongo, se trasunta un Alberdi que se ha desencantado de los espejismos ideológicos iluministas y librecambistas, plasmados en las “Bases” de 1852, que no hicieron más que conducir al país a un esquema de dependencia foránea y fracasos reiterados en su sistema de representación democrática.
Este “otro” Alberdi, el que habló de Rosas con juicio equilibrado* y lo visitó en Inglaterra durante su propio exilio provocado por los unitarios triunfantes, el la “Peregrinación a la luz del día”, el de “la Monarquía como mejor forma de gobierno en Sudamérica” o, simple y llanamente, el de los “escritos póstumos”… no agrada a los liberales y prefieren “cancelarlo” como referencia doctrinaria, quedándose solamente con una versión de Alberdi funcional a sus manifiestos y slogans.
Pero veamos qué dijo acerca de los liberales argentinos uno de los “padres” del liberalismo político y económico, argentino e hispanoamericano:
“Los liberales argentinos son amantes de una deidad que no han visto ni conocen.
Ser libres, para ellos, no consiste en gobernarse a si mismos, sino en gobernar a los otros.
La posesión del gobierno: he ahí toda su libertad.
El monopolio del gobierno: he ahí todo su liberalismo…”.
Juan Bautista Alberdi, “Escritos póstumos”, X, 1872
* Con este juicio conciso, Alberdi no sólo desenmascaraba al liberalismo vernáculo, sino que recuperaba un topos de las ideas republicanas clásicas, de Montesquieu a Tocqueville y aún después: el problema de la virtud.